martes, 28 de julio de 2009

Al llegar a las aulas nos encontramos con:

1.-Los adolescentes que reclaman continuamente con su actitud aprender algo que les sirva, algo útil por lo tanto cuando no ven la funcionalidad intrínseca de lo que se les aporta pierden su motivación, por eso para motivar es imperioso conseguir que los alumnos divisen la finalidad y la relevancia concretas de lo que se pretende que aprendan.
2.-Alumnos que muestran un gran interés por aprender o sea su motivación por el aprendizaje es de carácter intrínseco, son los que más rinden a lo largo del tiempo. Actualmente, este tipo de alumnos es poco frecuente. Por lo tanto aprender, sentirse competentes y disfrutar de ello sería la meta
3.-Otros alumnos, en cambio, se sienten a gusto cuando entienden o se les ayuda para que lo hagan, si no logran hacerlo se desmotivan
4.-A muchos estudiantes de educación media lo que los impulsa a estudiar es la nota; el conseguir una buena nota les da seguridad. Esto no implica saber ¿Qué tendríamos que hacer para que el interés por la nota no implique que estudien por comprender y por desarrollar competencias que los satisfagan?
Es evidente que a los alumnos les gusta quedar bien ante los demás o sea la meta es mantener e incrementar la autoestima se han hecho estudios par determinar el valor de esta meta y se ha visto que los alumnos que más aprueban las pruebas de recuperación eran en la primera ocasión los que tenía gran interés por aprender y en la segunda ocasión los que tenían gran preocupación por su estima personal. El problema en este tipo de estudiantes es que les preocupa sacar una buena nota, esto supone en la mayoría de las veces memorizar más que entender y elaborar y muy pronto lo “adquirido” así se olvida.

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